La Ermita de San Antonio se remonta a la época nazarí y desde entonces ha tenido un lugar privilejiado en el corazón de todos los ubriqueños.
Forma parte de la ruta de los miradores y también entra en los monumentos religiosos de la localidad, siendo una ermita pequeña y con gran caracter en su interior.
Se encuentra en el casco antiguo, teniendo que pasar por su puerta casi por obligación, sobre todo su forma desde la lejanía es lo más llamativo, su color rojo intenso y su fachada señorial.
Es el símbolo de Ubrique y nuestra postal y es por eso, que está presente en todos los carteles y festividades de nuestra localidad.

El San Antonio es el templo más antiguo de Ubrique, estuvo abierto al culto durante los siglos XVI-XVII y a mediados del siglo XVIII fue demolido para que se construyera otro de nueva planta conservando la estructura de su torre.

En su interior se veneran las imágenes de San Antonio y San Nicolas

En su fachada se ubica un reloj que como curiosidad cabe decir, que posee el mismo diseño y estilo que el que se encuentra en el Big-Ben de Londres.
Su silueta queda reflejada en fotografías o pinturas que irradian su majestuosidad en la Sierra.